sábado, 5 de julio de 2008

Internacionalización de la Gastronomía Venezolana


Así, como llevo mi maleta, con todas mis pertenencias, cuando emprendo un viaje, así como mis derechos como venezolana me acompañan en el mundo, es así también como llevo mi memoria gustativa fielmente arraigada a mi sentido de pertenencia. Lo que mas extraño cuando viajo, es ese aroma de hogar, a sofrito, ese aroma que como ratoncito al queso le voy detrás, el olor a tajadas friendo, al café por las mañanas y el olor a una arepita asada, todo esto me dice que soy venezolana al 100%. Todos estos aromas y recuerdos de reuniones, donde decidimos poner una punta sobre las brasas, acompañada de una rica guasacaca y yuca en todas sus versiones, esto me recuerda quien soy, y me sigue a donde voy. Siempre consigo amigos en otros países que me piden que les prepare una arepita o una empanadita con queso, cosa no muy fácil de hacer y no por la harina pan, sino por ese quesito blanco tan delicioso y que tan sabroso queda derretido dentro de las empanadas venezolanas que ese si que no se consigue . Todos los venezolanos sepamos o no cocinar, llevamos con nosotros a todos lados ese registro de sabores criollos y somos donde vayamos portadores e historiadores de nuestra cultura gastronómica, es por ello que siempre escucharemos a un venezolano decir, no hay como la comida de mi mamá, las madres siempre encierran todos los sabores y aromas que queremos en un plato, y nos hacen sentir niños de nuevo, despertándonos ese recuerdo, esa memoria gustativa.

Como venezolanos debemos realzar nuestras comidas, porque en Venezuela existe mucha variedad de especias, granos, hortalizas, tenemos un sin fin de frutas con sabores increíbles, tenemos un país rico en costas por lo tanto tenemos una variedad enorme de pescados y mariscos, pero en nuestra memoria gustativa pareciera que el pescado no tiene registro, todos tenemos la tendencia de querer aprender a cocinar platos de otros lugares, como por ejemplo, aprender a hacer un chupe o un risotto. Casi nadie le pregunta a mamá, o a la abuelita, como se hacen esas caraotas tan buenas, o ese asado negro que todos nos queremos comer en familia, solo sabemos que nos gusta, pero no reproducimos esa sazón, es por esto, entre otras cosas que nuestra comida aun no es muy conocida fuera de nuestras fronteras. Solo unos pocos profesionales se han dado la tarea de asomar la nariz gastronómica del país, dando a conocer algunos de nuestros tesoros culinarios.

Cada uno de nosotros no solo como estudiantes de cocina, sino como venezolanos, tenemos que esforzarnos más, e ir más allá de lo típico, arriesgarnos y realzar el nombre de nuestra gastronomía, que es tan extensa y exquisita, hay que demostrar que Venezuela no es solo un país de reinas de belleza y de petróleo, tenemos la valiosa labor de mostrarle al mundo nuestros fogones, nuestras técnicas, nuestros platos, porque como dijo don Armando Scannone en una entrevista que le hiciéramos una compañera y yo hace 15 días “la gastronomía de Venezuela no es conocida aun en el exterior porque en Venezuela hasta ahora es que se esta dando el fenómeno de la emigración, es ahora que ese venezolano que salio, va a llevar un poco del país con él, nuestra cocina no es cocina de ensamblaje, el sabor de la gastronomía venezolana se obtiene de un mismo proceso, dentro de la olla y en un mismo fogón, donde conseguimos el sabor venezolano tan esperado”

Nuestra labor, demostrarle al mundo que existe al norte de America del sur una porción de tierra que se llama, Venezuela.

Fotografía obtenida de: http://politica.eluniversal.com/2005/07/16/ten_art_16440A.shtml

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